martes, 13 de mayo de 2014

ADIÓS A H.R. GIGER


El artista suizo H.R. Giger, famoso por el diseño de las criaturas de la película Alien y sus secuelas, ha muerto a la edad de 74 años, según han informado los medios de este país. Giger sufrió una caída en las escaleras de su casa en Suiza y murió el lunes en un hospital a causa de las heridas. Ganó un Oscar a los mejores efectos visuales en 1980 gracias a la obra cumbre de su carrera en Alien, y también participó en el diseño de otras películas como Polstergeit II y Species. Hans Ruidi Giger fue dibujante, pintor, escultor, diseñador y arquitecto de interiores. Creó un mundo propio y perturbador influenciado por el surrealismo, el ocultismo y la magia, con la biomecánica –término acuñado por él mismo– como piedra angular. Su particular concepto del arte, oscuro y macabro, marcó un estilo que ha sido muy imitado en todo el mundo. Un niño tímido y vago Hijo de un rígido farmacéutico, Giger nació en Coira (Suiza) en 1940. Creció entre frascos de pociones y modelos anatómicos humanos que influyeron en su obra. Según confesaba él mismo, era "increíblemente tímido, vago y absolutamente negado para estudiar", pero le gustaba modelar con plastilina. También estaba obsesionado con dibujar castillos, palacios y trenes. A principios de los años 60 estudió arquitectura y diseño industrial, y también comenzó a realizar sus primeros dibujos a tinta y al óleo. De esta época datan los primeros bocetos de sus famosos Niños atómicos, que décadas antes de la catástrofe de Chernobyl preconizaban los efectos de un apocalipsis nuclear.



 Su primer contacto con el cine se produjo de la mano de Jodorowsky, quien le propuso, por mediación de Dalí, participar en la película Dune junto con Moebius Su primer contacto con el mundo del cine se produjo de la mano de Alejandro Jodorowsky, quien le propuso, por mediación de Dalí, hacer los diseños para su gran proyecto: adaptar la novela de Frank Herbert Dune, en la que también participaba Moebius. El proyecto de Dune, de una escala monumental, fue imposible de llevar a cabo. Sin embargo no fue en vano: Dan O'Bannon, guionista de Alien, estaba prendado del libro artístico de Giger Necronomicon —inspirado en la obra de Lovecraft, del que era admirador— y convenció a Ridley Scott para que Giger diseñara las criaturas y los escenarios. El éxito de la película les pilló por sorpresa. Giger se alzó con un Oscar en 1980 y se convirtió en un fenómeno de culto. A pesar de que su fama se fundamenta en su obra artística, uno de los proyectos más ambiciosos de Giger fue un sistema de trenes que ideó para su país natal, Suiza, en 1993, pero no fue tomado en cuenta por su gobierno. Sus 'templos': museos y restaurantes Asociado a corrientes satánicas y censurado por la explícita carga sexual de sus obras, Giger no obstante cuenta con espacios físicos donde su talento trasciende los soportes. En 1998, abrió su propio museo en el castillo de St. Germain, Gruyères, en Suiza central, que muestra muchas de sus propias pinturas, esculturas y diseños de películas, así como su colección privada de arte, que incluye obras de Salvador Dalí. Frente al museo se encuentra un bar que es su anexo y cuya decoración, totalmente inspirada en el imaginario de Giger, atrae tanto como el museo. También en Suiza abrió dos Giger Bar —llegó a haber otro en Nueva York y un cuarto en Tokio— situados en Coira, para que los comensales se sumergieran en su mundo de pesadillas.


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